Tu guía sobre las aguas termales islandesas

Hay tanto que ver y hacer que te recomendamos planificar tu viaje a IslandiaEl enlace se abre en una nueva pestaña. muy a fondo. Echa un vistazo a nuestro blog para obtener más información sobre las atracciones y singularidades de Islandia, y sigue leyendo esta guía de aguas termales islandesas.

Un manantial de aguas termales es un lugar donde el agua geotérmica subterránea aflora a la superficie y forma una piscina de agua caliente o recorre el paisaje perdiendo parte de su temperatura por el camino. Pueden ser pequeños agujeros del tamaño de un puño, llenos de agua de la que emana vapor, grandes lagunas cálidas, puntos calientes en medio de lagos fríos o del mar, ríos cálidos que varían de temperatura según su distancia a la fuente e incluso cascadas calientes que funcionan como agradables duchas en rutas de senderismo. No nos lo estamos inventando. La mayoría piensa en géiseres cuando oyen hablar de aguas termales y de esa columna de agua que se eleva desde la poza hirviente que hay debajo. Pero imagínate que navegas desde un fiordo hacia lo que parece ser el océano más absoluto y el avezado capitán se detiene en un punto determinado y te ofrece un relajante baño en una «bañera de hidromasaje» invisible. Debido a la abundante actividad geotérmica de Islandia, estas salidas de agua caliente pueden encontrarse en cualquier parte, como el mar, el fondo de un lago helado o en medio de las escarpadas tierras altas.

Las aguas termales son manantiales que suelen formarse cuando el agua subterránea se calienta en contacto con bolsas de magma en su camino hacia la superficie o cuando circula por fracturas o fallas de la corteza terrestre. Debido a esto, la composición del agua suele ser muy diferente de la del agua dulce y varía mucho de un manantial a otro. Lo mismo ocurre con las temperaturas, que pueden ser de unos pocos grados o llegar a la ebullición, en función del recorrido, la ubicación y la actividad geotérmica.

Islandia está situada sobre la dorsal mesoatlántica, la línea que separa la placa tectónica norteamericana de la euroasiática. Hay lugares en la isla en que no solo se ven ambas placas tectónicas, sino en que puedes apreciar cómo se mueven lentamente o incluso colocarte entre una y otra. Islandia es un territorio activo a nivel geológico en prácticamente todos los sentidos. Además de numerosos volcanes activos, Islandia es el epicentro de terremotos habituales y alberga abundantes fuentes de agua termal. Todos estos fenómenos comparten el mismo origen: la separación de las placas tectónicas que crea tensiones geológicas y da lugar a terremotos; la acumulación de magma por los movimientos y bolsas calientes que da lugar a erupciones volcánicas; y, por último, una corteza poco profunda y una corta distancia hasta el magma o la lava que calienta las aguas subterráneas.

Los minerales presentes en las aguas termales varían significativamente según su procedencia y su recorrido subterráneo. Por eso, algunas pueden ser sumamente ácidas y otras son muy alcalinas. El lodo que suele acompañar a estas fuentes termales está igualmente repleto de minerales y, a menudo, se le atribuyen propiedades curativas formidables. El lodo silíceo de la Laguna Azul es un buen ejemplo y es conocido por sus propiedades dermatológicas. Aparte de los saludables tratamientos para la piel, un baño a 42 °C es un sueño hecho realidad para quien sienta frío, cansancio o estrés, y nada en el mundo sienta tan bien como meterse en aguas termales durante una agotadora caminata por las tierras altas.

Sí, te puedes bañar y también puedes nadar en ellas. Eso sí, las más conocidas suelen estar demasiado calientes para practicar la natación. Por eso, casi todo el mundo nada en las numerosas piscinas que encontrarás a lo largo y ancho del país, con aguas a temperaturas más aptas. Los manantiales termales se suelen dedicar al relax y al bienestar. 

Los baños naturales que te puedes encontrar en el camino suelen ser gratuitos. Es posible que tengas que pagar por aparcar en los más populares o por utilizar las instalaciones y servicios que se ofrecen. Algunos manantiales muy concurridos se encuentran en propiedades privadas y, a veces, a los dueños no les resulta fácil acoger a tantos visitantes, así que cobran una pequeña cantidad para permitir el acceso en buenas condiciones, con pasarelas o aparcamientos, por ejemplo. Recuerda que en Islandia necesitas permiso para acceder a una propiedad privada, por lo que mejor pregunta: evitarás tener que disculparte.

No olvides que los géiseres son técnicamente fuentes termales y que esas columnas de agua en erupción han alcanzado el punto de ebullición antes de ascender. No corras riesgos innecesarios si te encuentras con una masa de agua humeante en el paisaje y nunca, nunca te tires sin antes comprobar que es seguro. Ten en cuenta también que la temperatura del agua puede variar mucho desde el lugar donde la pisas a otras partes como el fondo o cerca de la fuente, donde podría estar hirviendo. Los baños más populares cuentan con aguas entre los 38 y los 44 °C, temperaturas similares a las de las bañeras de hidromasaje de cualquier piscina pública del país.

Es una pregunta muy relevante cuya respuesta no es tan obvia como uno podría pensar. Las fuentes termales más famosas para el baño son bastante seguras, pues presentan temperaturas constantes e instalaciones creadas expresamente. Otras no ofrecen tanta seguridad por sus elevadas temperaturas. Además, se han producido accidentes graves al caer personas en los géiseres o los manantiales. Hay otras que generalmente son seguras, pero hay que tener precaución. Por ejemplo, Reykjadalsá, cerca de Hveragerði, es un río popular para el baño situado en la ruta de senderismo que transcurre por el valle de Reykjadalur. El fondo del río puede ser fangoso, y las temperaturas varían de un punto a otro, por lo que hay gente que ha sufrido quemaduras en la piel al hundir los pies en el fondo embarrado en un punto inusualmente caliente. Se trata de fenómenos naturales, y es que las temperaturas no están reguladas por la tecnología. Recuerda que no estás en una piscina climatizada y evitarás peligros.

Algunos manantiales se consideran muy saludables y son frecuentes las historias de curaciones milagrosas gracias a sus lodos ricos en minerales. El lodo rico en sílice de la Laguna Azul y los baños naturales de Mývatn son famosos por sus propiedades curativas, sobre todo para las personas que sufren psoriasis. Se sabe que la temperatura de un baño caliente y el remojo en agua caliente alivian las articulaciones doloridas, los músculos y la artritis, y el ritual relajante de desconectar del todo en agua caliente es, en nuestra humilde opinión, el mejor remedio disponible para aliviar el estrés y asegurar el bienestar. En su función más básica, las fuentes termales naturales de las tierras altas son una parte popular de las rutas de senderismo. Nada supera la sensación de desnudarse para renovarse y revitalizarse en una fuente termal a la temperatura ideal.

En su faceta más lujosa, las fuentes termales se han convertido en balnearios, spas y lagunas de bienestar. Sin duda son la forma más lujosa de experimentar la energía geotérmica del país. Mientras que algunas son totalmente artificiales, como la Laguna azul y la Sky Lagoon, otras tienen su origen en una experiencia termal rústica que se ha ido mejorando poco a poco a lo largo de los años, como la Laguna secreta. Hemos elaborado una entrada de blog especial sobre nuestras lagunas de lujo, si bien recomendamos encarecidamente tanto los baños naturales salvajes como la versión más lujosa, con spa, en la que aprovechar al máximo nuestro mejor recurso. Y si no tienes mucho tiempo, aquí tienes una breve lista de los spas más populares de Islandia:

• Laguna Azul
• Sky Lagoon
• Laguna secreta
• Laugarvatn Fontana
• Baños naturales de Mývatn (Mývatn)
• Geosea
• Baños de Vök
• Krauma

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